Te quiero más allá de lo imposible,
más allá del límite del verso.
Allá donde se pierde el universo
y después de la muerte, si es posible.
Y no hay quién lo detenga es tan terrible
este amor que se nutre de lo adverso;
pero que en su hermosura es tan diverso
a todos los amores conocibles.
Su dolor y su angustía me alimenta
por sobre la maldad que odiosa ostenta
la envidia y la saña que me hieren.
Pero nunca podrán con nuestro sueño,
pues somos dos flotando en el ensueño;
que en sueño o realidad juntos se muere.
Eudaldo Flor Sacoto