El amor no se termina, sólo se transforma.
Donde antes habían mariposas,
hoy vuelan cuervos entre sombras.
Hoy escojo renacer de la semilla del amor propio,
que de las cenizas de un corazón roto.
Es una segunda etapa de este juego,
donde el amor verdadero no aparenta estar ciego.
Lloverá, el cielo se hará gris, sangran las heridas...
Tú sólo sigue así fingiendo sonrisas de falsas alegrías.
No todas las relaciones empiezan con un \"hola\".
Ella y yo, por ejemplo,
comenzamos con tu adiós.
Porque ella es esa silla que siempre te espera,
cuando se detiene la canción en el juego del amor
y te quedas por fuera.