Quiero desnudarte hasta el alma
Perderme en la fragancia de tu piel
Ser ese traje que se ajusta a tu figura
Quiero ser el testigo impávido
De esa silueta que se desliza entre
Sábanas de seda, cuyo único abrigo
es una bruma blanca, que dibuja
cada una de tus curvas de cabeza a pies.
Quiero ser ese perro fiel
Que contempla tu partida en la ventana,
Quiero ser el que te espera
Deseoso de tatuar cada espacio
De tu cuerpo con un millón de besos.
Quiero amarte en un lecho de pétalos de rosas
Junto al mar, en el que ni las olas puedan acallar
La voz de este eterno amor, donde las caricias
Se fundan en lagos de fuego, de ese fuego eterno
Que brota de nuestro interior, que calcina los huesos
Hasta fundirnos en un delirio enorme.
Que nos impulsa a comernos a besos,
A arrancarnos la piel al sentir ese placer intenso
De conjugar esa lujuria que sentimos al estar
Juntos tu y yo.
Déjame desabrocharte lento,
Para que el vestido caiga a mis pies,
Una sensual invitación para que mis manos
Vayan retratando con un centenar de
Pinceladas lo perfecto de tu pecho,
Una ambrosia que se erige hacia el cielo
Como dos joyas que penden de tu cuello.
Y me dejo perder en tu humanidad
Con ms labios extasiados del placer
De beber el néctar que florece de
Tu intimidad, ese tesoro preciado
Que celosos custodian cada uno
De tus muslos , pero que sucumben
Ante la ternura de una caricia.
Y cuando estos carceleros me ofrecen la llave
Voy dirigiéndome hacia el sendero,
De una locura que me domina,
De un erotismo que me controla
Y me lanzo hacia el abismo
Que me robo el aliento en una exhalación
Te aferraste a mi espalda, cuatro lazos
Sujetándome hacia ti, me impulsaban
A dejarme llevar por el ritmo intenso de una
Danza más bella que el universo, que
Doblega nuestros cuerpos, sin un fin
Ni un comienzo.
Y le gritamos al viento lo bello de ese momento
Que en un parpadear nos transportó al firmamento
Donde un centenar de estrellas serán el rompecabezas
De nuestro amor inmenso….