Difícil escribir lo que deseo expresar,
si al pensar en ello mi alma desvanece,
un abrigo en la noche, no pueden alcanzar,
imprecación sobrenatural los empobrece,
condenación consumen, con tanto sufrimiento,
escuchar sus lamentaciones, es fatídico.
Por calles andan, en conformismo absoluto,
mugre los envuelve en una infección mortal
¿acaso Dios los ha dejado en el olvido?,
la fortuna es hoy una enemiga letal,
¡Cuanta distancia entre ellos y la riqueza!,
alborozo sería un poco de ventura.
Esos rostros de los infantes expresan duda,
sus vidas persisten en incesantes aguantes,
es imposible comprender tanta desventura,
los prósperos los excluyen de sus horizontes,
es frustrante que haya falta de un atuendo,
viven agravíos por el pedante potentado.
Al anochecer no hay un cálido albergue,
doliente existencia, marginado mendigo,
falta un latifundio para el indigente,
hallazgo sería igualdad con el prójimo,
expiraran sollozos que aterran al mundo,
hilaridad cubriría nuestro universo.
Derechos de autor.
Elizabeth García.