Preciso el silencio.
Respuesta inmóvil,
paciencia del buda.
Mis manos hablaban.
Muerta la ilusión,
mi corazón suda.
¡Perder; no perder!
No siento temor a
esta realidad cruda.
Preciso es el tiempo.
Exacta mi esperanza,
saturada de dudas.
No pido lo eterno.
Soñar no es pecado
y le sueño desnuda.
Mis ansias aguardan.
Aguarda mi alma
y su expectativa muda.
Preciso es el tiempo.
Hará que le olvide,
Siempre me ayuda.
¿Quererla en silencio?
Freno hallaré a esta
actitud corajuda.
Escasas serán mis palabras.
Jamás lograría vencer
su cruel posición tozuda.
Eric Rancol González