Anoche mientras llovía, creí verte en mi ventana
Dejé a un lado el libro, y la mañana me encontró así
y aún cuando la luz de la aurora anunciaba la mañana
me pregunté si alguna vez, tú también piensas en mi
Seguramente otra piel, sea ahora la labor de tus manos
y el día te despegue trabajosamente de otra almohada
y quizá alguna vez, en la oficina alguno de estos años
a media mañana, como alguna vez esperes mi llamada
Pero anoche mientras llovía, creí tenerte en mi regazo
besando mi piel, explorando mi cara y mis labios rojos
y no sé si tú creas en sortilegios... o en embrujes acaso
porque hoy brilla el sol… y sigue lloviendo en mis ojos