Escribo porque no tengo otra opción
Escribo porque mi mujer es la pluma y mi amante el papel
Las 2 son mi vicio y mi sacrificio
Las 2 son mi tragedia
Una melodía confusa
Donde polos opuestos se atraen
Han conjugado mi vida y escrito mi historia
Plasmamos ideas interminables
Hemos comprado la paz que no engaña
Callamos al silencio y le abrimos puertas al ruido
Damos paranoias donde no existían pensamientos abstractos
Violamos versos y le hacemos el amor a las palabras
Cogemos sonrisas en un mar de crisis
Alientos que alguna vez fueron putrefactos
Los tomamos y con perfume subrayamos las cosas destinadas a no fallar
Ella es la que tiene la pluma
La sangre viva corriendo por sus venas
La que con sacrificio plasmo mis ideas sobre aquella amante con las hojas blancas cual cuerpo perfecto digno de belleza
Dos mundos distintos y aun así las 2 me satisfacen
Con las dos hago al amor y doy vida a mis creaciones
Con las 2 sobrescribo un pasado confuso
Y con ellas aclaro pensamientos vagos
Pero cada una quiere su dependencia
Cada una quiere un vida separada conmigo a su lado
Solo con una
Es difícil decidir
Sin las 2 soy solo un idealista surrealista
Sin ellas soy pintor sin lienzo ni pintura
Sin ellas soy inventor vacío
Sin ellas soy músico callado
Sin ellas mis creaciones no fueran arte
Cada una pide mucho a cambio de poco
Ellas saben que no he terminado de redactar mi historia viva
Pero aun así exigen que les haga sentir únicas
Ellas son mi vicio de un escritor vivo y fresco
Como quisiera terminar con una y quedarme con la otra
Pero la vida no es nada si no tengo pluma ni papel.
Sa. J. Jalley