MI GATA LINDA:
Varios años después de muerta,
Linda, te recuerdo con cariño,
pues fuiste una gran amiga,
hermosa gata siamesa
con pelo beige, canela,
cara y cola de color café,
luminosos ojos azules,
pacífica y mimosa.
Te gustaba la compañía,
subías a mi asiento y me ponías tu cabecita
me pedías mimos,
me enseñabas tu plato,
maullabas para pedirme tu comida,
cuando enfermabas me pedías cuidados
igual que los niños.
Te gustaba jugar con mis hijas cuando eran niñas.
Dormías acompañada de los perros
y nunca te llevaste mal con ellos,
al contrario fuiste su amiga,
eras tan bondadosa
que no cazabas un ratón.
Te gustaba escaparte algunas veces de casa
para vivir tus aventuras amorosas
con los gatos del barrio.
A los 20 años falleciste de vieja
y ahora te recuerdo con frecuencia.