GARMI

Pérfido amor


Recluida por el temor se esconde,
entre horrenda oscuridad gime,
su espíritu abatido muere,
pobre lloroso corazón doliente.


No es el hombre mítico que amó
Un extraño su tálamo incautó,
verdugo que sus días atormentó,
pérfido amor, la razón engañó.


La moza que felicidad contagió,
como señuelo a sus brazos corrió,
alborozo en delirio caducó.


A puertas cerradas ella marchitó,
aflicción a gritos nadie escuchó,
sola en el desconsuelo expiró.