salgomanzano

VOZ ALZADA (IX)

1. Dulcísima pasión

Dulcisima pasión de mi sosiego.

Silencioso mi amor es cuán callado.

Eres norte sin luz -hoy  derrotado

dejo en las alturas amor de fuego-.

 

Desoyendo ibas mi voz, que mi ruego

te llevaba un querer  desmesurado.

No existe tal amor, no hay tal cuidado

y bajo la sombra viviré ciego.

 

Qué decir  hoy ya, qué de tu belleza.

Entrame el veneno ,aun por los sentidos,

en este caminar de inquieta calma.

 

Respiro ya dentro de mi firmeza.

No me diste el amor bajo los guindos,

has desestimado el calor de mi alma.

 

2: Oh cuidado

El vivir, mi cuidado; el sentir, pena.

De  olvidos me cargo;  salgo luego...

Pongo por farol del amor el fuego;

del corazón, eslabón en cadena.

 

Mi entereza halla escollos; y en la arena

multitud de congojas que navego,

siendo la estrella mi guía y sosiego;

mi suerte nunca clara ni serena.

 

Entrame  la esperanza que procuro.

Disparo varias flechas digitales

a la fortuna desde mis retiros.

 

Seco mi existir en el andar duro

no ha deseado ventear los males:

se los llevó el aire de los suspiros...

(Salvador)