Un verso inquieto
que susurra soledades.
El lúgubre gris
de una mirada dolorida.
Una herida abierta
que desangra el último abrazo.
El tiempo que perdimos
en querernos sin querer.
Ese aire viciado
de una huida hacia adelante.
Un grito que se ahoga
en un mar sin playa.
El tacto que se rompe
al roce de una piel gélida.
Un beso que se pierde
porque nadie lo reclama.
Una vida sin vivir,
y el tiempo, que siempre acaba.