La moneda acuñada de una cara
rueda por el canto del desvelo
y la noche se angosta por la ranura
donde palpitan luciérnagas sin cielo
arquitectura de urdimbres y de fraguas
devienen los versos a nacerse
se embriaga el vino con el agua
donde palpitan luciérnagas sin verse
los papeles del insomnio sin destino
vuelven a foja cero y adivino
donde palpitan luciérnagas sin dueño
metáforas de adentro de la herida
no cicatrizan al alba desteñida
donde palpitan luciérnagas sin sueños