Lirismo es el cantar del propio aliento,
escondido en la expresión de los sentires.
Es la piel el envoltorio de las almas…
y son los ojos delatores espejismos.
Se eriza el ser al perder la soledad,
y brilla la mirada en un eco azulino.
Si pudiesen liberarse así las almas
de esas represiones que encarcelan
seguramente el aire estallaría
de pasiones sin sentido retenidas.
¿Qué pudor te lleva a callar dolores?
¿Que esconde, en el “yo” del lírico cantar,
tu “yo” poético?
¿Y por qué silencias los amores
que en retumbos dan sus giros
en el pecho, sin buscar elevarse
al consuelo y a la dicha en otra dicha
de otra alma en busca de consuelo?
¿Por qué eludes, alma mía, el sol inmarcesible
si la panacea está en dejar que vuele la palabra?
¿Qué invernales temores te sujetan
hasta hacer inalcanzable tu verano?
De mi libro “De poemas que morían”. 2017 ISBN 978-987-4004-38-3