…habría que escribirle a tus manos
las que recorren mi vientre
y se posan en mis rodillas
las que encallan
en mis mejillas
un par de caricias muertas
en fin
habría que hablar de tus manos
(que son tibias)
Y
en mis piernas dejan
el frescor de su demencia
-son cóncavas en mi sexo
al pasearse sobre el mismo
pero son tan excesivas cuando acarician
mi pecho-
por eso hable de tus manos
y sin saberlo (¡lo grito!)
pues te acarician cuando te bañas
deambulan sobre tus senos
y complacidas estáticas
descansan sobre tu sexo.
Habría que escribirle a tus manos
esas blancas
y tan bellas
que sin mí ya tienen frío.