Amoldada a un tiempo
donde el exceso impera,
sobrecargando los segundos,
las horas, los días...
Presión, fatiga,
urgencia, cansancio, dolor,...
Dejar \"hasta de ser persona\".
Se rompe el ritmo cotidiano de la vida.
Se queda el espacio vacío,
para volverlo a llenar en poco tiempo.
Esfuerzo descomunal,
derrumbe de agotamiento,
te apaga la sonrisa,
dejándo dolor en manos y pies;
bloquea la mente,
apaga el espíritu
lo deja orillado, sin su luz vital.
Es una muy pesada carga
te roba y te \"chupa\" hasta
el último gramo de energìa.
El día y la noche
se funden y confunden,
viendo amanecer
con ellas en las manos;
arrastrando naufragios de soledad
de impotencia y desmesura,
de abatimiento,
teniendo que seguir
para que el trabajo quede acabado.
Es un huracán que llega sin aires
y en apariencia inofensivo,
huracán de gentes
que confluyen el mismo día
a la misma hora;
y te zarandean con fuerza en el interior
en éstos días de finales de octubre
y primeros de noviembre...
2-11-2017
(Corregido)