Hoy pasearé por senderos de verde
junto a las lilas que aroman la tarde,
igual a un bardo que va con su musa
tal vez en busca de sueños lejanos.
Los transeúntes que paren a vernos
dirán que encanta su risa tan dulce,
con ojos tiernos responde a mis besos
su labio rojo cual fresa salvaje.
Y reiremos tan llenos de gozo
por ser felices y libres de todo,
dueños de mundos y magias divinas,
sobre los prados tendidos al viento.
Cuando al regreso nos vean contentos,
mirada clara y serena la esencia,
alma extasiada y dulce sonrisa
será una llama de amor que refleja.
Lupercio de Providencia