alejandro fozar

XXV. Debido a La Habana

Emprender el éxodo de los ateos

cuarenta años con un remo por la isla prometida

con pan ácimo como un hebreo.

Se que en sus costas está la bienvenida.

 

benditos sean los sones para un corazón opaco,

gemas africanas que entrelazan

latigazos de machetes en la zafra

y hojas vedadas de tabaco.

 

Cuando te veo Habana vieja descascarada

quiero aprender a trovar con esa herida

por tus recovas apuntaladas

mis monedas están jugadas y perdidas.

 

Hay un huracán sin la espoleta

y tanto..., tanto caribe por tu malecón 

noche afuera por una muchacha me creí poeta

y destilé mis lágrimas en su ron.

 

funerales de rojo luto caribeño

por otra Ítaca a la que Ulises no volvió,

Penelopes que destejen de sus sueños

besos que nadie devolvió.

 

Habana, me voy sin saber cuando e venido...

deje mi guayabera colgada en tu balcón...