Carlos Justino Caballero

TROPEZANDO LOS DÍAS

 

 Al ver el alumbramiento del día -pariendo fría alborada-

y como huían las sombras de la noche que moría,

indagué en mi interior por valles acorralados

entre las sombras oscuras y días que se caían

tropezando amontonados, sin presentes ni pasados.

No alcanzaba mi ceguera a divisar ni las piedras

y tampoco, encandilado, divisaba las cañadas,

hondas cañadas formadas por penas en ríos bravos

sin salidas a los verdes pastizales del bañado.

Yo no sé de alumbramientos ni de noches ni de días.

Sé que ambos se suceden y van cambiando las vidas

y en ese rotar continuo suelen ser más los pesares

agobios que, terrenales, se remontan al principio

antes que el sol derramara su llanto desconsolado

y que la luna en espejo se retorciera de pena.

Pero puede alguna vez, como tronco a la deriva,

encontrarse algún deleite para agarrarse con fuerza,

hasta que lleguen los tiempos de bonanzas necesarias.

 

 

De mi libro “De letras nacidas entre poetas”. 2013 ISBN 978-987-1977-03-1