Un papel en blanco y un lápiz me ayudan a olvidar...
me distraen mientras la tarde me consuela en esta triste soledad
rodeada de tantas personas que dicen quererme y que no quiero defraudar...
Una nota melancólica acompaña mi soledad,
quien no sabe estar sólo en una multitud,
mucho menos podrá poblar su triste soledad.
Hace mucho tiempo que no me sentaba a escribir sin parar
y cada vez que pienso, ya brota una nueva idea en mi mente
afanosa por derramar frases sobre un papel virgen,
que impaciente espera ser penetrado por la tinta que consume los sentimientos...
Nuevamente llegan a mi aquellos modelos de vida de un poema
que rige nuestras vidas sin antes preguntar....