Solamente la maniobra de las manos,
los vocablos deliran sobre ceniza blanca.
Mucho peso en la lengua, esta lengua que redime,
mucho craneo en la alfombra,
huesos de sofía invadiendo la punta de los pies.
Concreto un soplo de furia en la danza de los locos,
completo la oración funesta con un gramo
de su nombra, la ligereza de sus huesos.