Como burbujas crecientes descienden de los mares
al exilio en la arena que se viste de sol,
quiero exiliarme en tus brazos
y que el frío se ahogue en tu calor,
dame libertad para amar y prisión a mi corazón.
Al oriente del llano amanecen las horas de luz,
al norte de mis ojos eriges luz,
cuartel de versos esconden mis armas para enamorarte,
quiere callarme con su ruido, viento impertinente,
abalanzado en las palmeras, playas, nubes y huracanes,
me callan tus palabras tras el beso de tu boca.
Cuando quiero estar cerca, declino a lejanía,
me siento lejos, deshabitado,
como desiertos del alma herida arados por herencia,
ahijado de la nostalgia,
vencido por tu olvido ¡oh noche estrellada!
olvidaste que en ti existe el romance,
me dejaste bajo las nubes que marchitan en llanto,
mojado bajo la lluvia que retarda tu llegada,
enlodados pasos cargados de fatiga
en cerrojos de silencio prorrumpe mi gemido.
Mientras haya escondite al miedo, persiste la osadía,
mientras vuelen aves, existen firmamentos,
mientras quieras amarme nunca podré olvidarte.
Riberas, exilio de náufragos,
rocíos, alivio a los jardines en verano,
paredes, portales de cuadros y retratos
y tu alma, asilo para vivir dentro de ti,
liberame de todas mis adicciones
hazme adicto del exilio de tu amor.