In memoriam Alfonsina Storni
Para aquellos que creen en el destino escrito en los astros y escriben sus pesares hasta morir
Para aquellos que deseando detener el mal, lo incentivan y construyen, como el padre de Segismundo
Tantas cosas dices y predices, pero nunca me dijiste lo que yo no veía,
mi miedo dibujando cinematografías terribles, sin voluntad ni impulso de filmarse en plano real
no me dijiste nada de mi dolor,
mi confusión,
mi empeño en ser amada.
...Alguna resonancia de la verdad dijiste, fuera de tiempo,
con tu lenguaje prefigurado que no me traduce
y me embota o me emboto.
Tus verdades irracionales, tus avisos, tus respuestas a la incertidumbre,
tus señalamientos de chantaje...me llevaron a la debacle, presintiendo
el mal detrás del bien, a cada momento. Con esto me ataste por mucho tiempo...
condenándome a vivir a medias...
Nunca me dijiste que la fuente de mi ira era la ausencia de amor,
tampoco admitiste la duda razonable, incentivando la perenne y loca
nunca hablaste claramente
ni me tradujiste, cuestionaste métodos eficientes y accesibles
justificaste la violencia y la severidad
sin preguntarme,
negaste repetidamente la duda del que desconoce
y del que falla dentro de la normalidad...
Ella me vió malvada por tus ojos ...y de cierta manera lo fuí,
anclé mis itenerarios en puerto cerrado, me dijo traicionera sin pensarlo,
en su país existe un reinado ausente del mío, todo es leve,
se justifica por el miedo , por la capacidad
de construir una rítmica casi legible, hermosa y lejana,
como un ejercicio de belleza que dice, pero no toca...