Soneto Hexadecasílabo.
De qué podemos jactarnos, si apenas somos mortales,
y cuando menos pensamos, la parca llega deprisa,
poniendo rígido al cuerpo, mutando en llanto la risa:
¡Tristeza a todos invade, serán momentos cruciales!
De un lado reina la pena, del otro habrá bacanales,
jamás ninguna desgracia, puntual con tiempo se avisa,
a quien le toque afrontarla, llegarle suele precisa:
¡Aquí las leyes que rigen, al orbe, son naturales!
A reyes, súbditos, déspotas, el mismo fin les espera,
billetes, oro, ni gemas, eterna gloria les venden:
¡Tener creíste verdades, que fácil nunca se aprenden!
Consulto siempre a los sabios, que dan respuesta sincera,
humildes hombres de letras, tenedme siempre de epígono:
¡Abridme pronto el Parnaso, con pluma haremos polígono!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino.