Mi vida es un manantial de agua viva,
que cada día calma la sed del caminante,
con una oración mi alma se vuelve cautiva,
y con un beso me convierto en un amante.
Mi vida tiene historias incontables,
pues le llevaré a un sepulcro algún día,
solo allí vivirá sueños inevitables,
solo en ese momento perderé mi alegría.
El libro de mi vida está escrito,
con letras de dolor y de angustia,
mis penas poco a poco lo he descrito,
y mis sueños se volvieron en fantasía.
Que pesarosa vida la que he vivido,
y la que sigo viviendo todavía,
he perdido la ilusión con el ser querido,
aquel que le di mi amor un cierto día.
Ya no puedo pedirle nada a la vida,
pues me lo dio a cuitas casi siempre,
es fuerte la existencia y aunque con herida,
voy caminando siempre como buen hombre.
No tendré descanso pues es corta la vida,
y los sueños se esfuman tarde a tarde,
la pena de amor también se olvida,
aunque vive en el corazón y aún nos arde.