Dicen que dulce
y decoroso es el morir...
desnudado de razones,
vives de metralla
entre lánguidos
latidos...
entre pálidos silencios
de cordura desatada,
dicen que la guerra
es el campo
descuidado...
de la herida
que no sangra,
entre dulces amapolas...
de cristal
y oscuro sueño,
muere la miseria...
desbocada
en su consuelo.
En las noches
del absurdo...
donde ni la materia
se desbroza,
un amanecer
impuro y bello...
aún se nos desvela
herido y triste,
entre lagos
sin memoria...
deshojados
por el viento.
P.D.; En honor de un poeta inglés que dedicó toda
su vida a luchar contra el absurdo de la guerra.