La muchacha es linda,
Quiere ser modelo:
Piensa en nubes.
Siempre me besa después del último toque de colonia,
Hasta me da dos besos los viernes mientras espera la paga.
Acá todo es limpio, huele a lirio;
La leche espesa, las cobijas: suaves y tibias
(Como el gato de la nena).
Es dulce la brisa que me acaricia en los corredores.
Vestidos de verde, rosa y amarillo me saludan los jardines
Al amanecer.
Ay, hija, pero si pudiera verte,
Si pudiera escucharte,
Si pudiera oír tu voz haciendo estruendo como aquellos días
Cuando no alcanzaba el dinero ni para las cuotas mensuales,
Cuando se terminaba el azúcar o el café,
Cuando se quemaban las tostadas,
Cuando alguno de los niños enseñaba el dedo chato
Y había que cambiarle el calzado.
¿Sabes?, ya no me levanto en las madrugadas
Porque entre mis muertos y las deudas se me hormigueaba la cama,
Me acuesto temprano: no tengo a quién escuchar,
Pero no me aburro: siempre hay en quién pensar.
Ya ves: casi tengo todo lo que necesito.
Todo gracias a ti, hija querida, pedacito de mi vida,
Hija que un día vendrás,
Para llevarme a cambiar las flores en el jarrón de tu padre;
Hija que vendrás,
Porque sabes que te espero
Tú, vendrás pronto,
En cuanto reúnas el dinero,
Vendrás.