Me acuesto,
Me acuesto sola,
Nadie me quiere mirar,
Me levanto despacito,
Me pongo sola a llorar.
Me divierto con las olas,
El ruido del muelle azul,
Las piedras acariciadas
Por el agua en un vaivén
Que derrite mi tristeza
En un ensueño de amor,
Mientras el viento susurrra
Cosas que solo adivino
En el pasar del lugar
De lobos y de gaviotas,
De patos y el trajinar
De barcos y de mochilas,
Pescadores en canoas,
Gente joven que pasea,
Vininéndose a respirar
El aire puro del bosque
Cuando salen a remar.
Nada queda de mi sueño,
Nada de la soledad,
Nada puede mi tristeza
Contra tanto trajinar.