Para siempre dijo él
inocente y expectante ante su amada
con una estupidez digna de un niño, o joven, según se mire
casi que con dientes frágiles
con dedos hábiles y proeza innata
con ojos marrones y alma desalmada
\'Ni yo te olvido, ni tú me olvidas\'
vaya niño, qué ingenuo y desocupado
qué tonto y utilizado
solo tú y ella
reconocen la mentira tras esa frase
tú no la olvidas, tú cumpliste
ella ilumina la calle con su sonrisa
y viste cuán jovenzuela
ahora prometiendo a alguien más
pero tú no la culpas, la quieres
oh niño, qué inocente eres