Mi mano es silencio que habla.
La concavidad de su palma muestra
las líneas de la vida
y el dorso tiene arrugas y venas en resalto.
Contrasta con la dulce pequeñez cercana.
Es silencio sonoro cantando años
con sus sombras y sus luces
y sorprendido del milagro de esa otra, pequeña,
tan perfecta y bella que toma mi dedo.
Hace de sus asperezas bóveda
para tomar la suavidad de esos azahares
que se pierden en tibiezas, e indaga
en el insondable misterio de la vida.
Caben tantas cosas en ese vacío…
y hay tanta vida para llenarlo… y tanta savia.
Mano que ha vivido… manita que surge.
Tal vez pueda verter en ella lo vivido
y ella tomarlo como soplo en vuelo
del saber de un viejo en amor curtido.
De mi libro “De cuentos y de poemas”. 2015 ISBN 978-987-1977-72-7