Ojos cerrados y dientes tensos.
Estremecimiento hecho
electricidad y piel.
Voz que baila entre satín
de luna. Vaivén del mar.
Ecos que se hacen tinta sobre
orgasmo de papel. Que vibran, retumban
y rasgan sosiego y oscuridad.
Fuego que dibuja sobre lienzo celeste.
Que quema rocas, nombre y labios.
Fantasmas que hablan sobre
el dintel. Que se posan sobre
momentos hechos pasado.
Agitación y verborrera enjaulada
que pintan con lágrimas una silueta.
En laberintos que se hacen sonidos
sin cuerpo. Y puños vencidos, tinta
a medias.
Luz que se apaga...
Octavio Márquez