¡Oh mi querido cuerdo! ¿Qué haces tan lindo y vehemente, sentado en esa infeliz silla de madera que aparenta ser fina?
Dime ¿Qué es lo que te tiene tan inquieto y vivo?, quiero sentir esa vivencia otra vez, ve… acecina pobres, pide diezmo ante un feligrés que cree que un ser supremo lo salvará de gente como usted, mata gente con tu industria; En vez de estar sentado en ese pedazo de madera, ve y juega mi querido noctívago, ve y juega con esa febril actitud.
¿O acaso estas planeando en volver a clavarme ese fragmento de vidrio en mis costillas?, tal como lo hiciste en esa perenne noche. ¡A ver! Vuelve a tu cordura y ataca a esta nadería de persona, a este esquizofrénico. ¡Santíguame!
¡Oh mi querido espejo! ¿Tienes miedo? Refléjame ante la semejanza de ese ser, muéstrame otra vez mi yo cuerdo…