Amanece
te levantas esplendorosa Selene
en el siempre día veinte
sitios bruñidos de ti convergen
en la plaza Mártires del dos de enero
desde su libre kiosco
músicos invisibles despiertan las notas
que fluyen hasta la Casa municipal
y se mezclan con el alto reloj
-de tu figura numerada-
que emite la primera hora
y en el radio se difunde el sonido por el jardín
a través de iglesias
portales antiguos
construcciones ultra-modernas
árboles-sombrillas perennes
árboles-cajas-contenedoras de oxígeno
bancas canteranas / de forja
y pila de infantes desvelados
donde corre maravillosa el agua
también estereofónica de misterio
en la contigua plaza
los leones recobran el movimiento en su verde fuente de ensueño
rugen el símbolo de la ciudad reina
se hermanan con los De Torres Ruiz Barón…
que confluyen con una multitud de paseantes de todos los días
fundadores y fundadores que dan nombre a este lugar
La casa de la cultura observa
con ojos de madre acogedora de todos sus hijos
y abiertos sus brazos-puertas de par en par
tu luz se disemina más nítida
a unas calles
el flamante templo Expiatorio
parece haber degustado un trozo de ti
su jardín todavía guarda ecos del nacimiento del Niño Jesús
no muy lejos
sobre un arco que se alza como esperanza
otro hermano león vigila
majestuoso en la urbanidad
desde su cubil de calzada
la ciudad
tú sigues alumbrando
tu luz baña todo
las letras sólo siguen el recorrido de algunos lugares
sólo eso
El forum cultural está de fiesta
siguen resonando los conciertos de libre-aire
la biblioteca se vuelve espejo para imitarte
orgullosa con su estandarte de pluralidad
de no dejar a nadie afuera
de entregar todo
el museo va narrando la historia
en testimonios palpables y abiertos
a su lado
la librería retiembla de gusto
y saltan los títulos para saludar a la multitud renovada
a ti no se te acaba la luz
más bien se nutre de esta fecha
frente al museo
el auditorio se llena de armonías
de conferencias magistrales
de gusto por su excelso cultural forum
que recuerda desde todo su arte
al Santo mártir Sebastián
las letras prosiguen su búsqueda
destellos
pequeñas imágenes
de algunos lugares donde permaneces
el estadio de futbol guarda un anhelo
añora su real posición
espera
mas espera en conjunto / pletórico de espectadores
y tú te has unido a esa esperanza
la algarabía invita a las letras…
es la feria
la grandiosa feria de la ciudad
cúmulo de todas las identidades
desborde de todas las alegrías
razón para derramar sin medida tu luz
la feria y su comida
sus atracciones mecánicas
su vestimenta
su artesanía
la feria y sus cantantes
sus conciertos
sus jugadas
sus espectáculos sin fin
tantas cosas de fiesta en una temporada
que hacen definir la metáfora de José Alfredo
y decir literalmente:
“La vida vale mucho” en mi León Guanajuato…
por el boulevard López Mateos
las letras todavía abren los ojos
frente a imágenes deslumbrantes
una oruga te transporta / hasta la zona de la piel
donde te esperas
disfrutando los mejores zapatos del mundo
y chamarras
y vestidos
y todos los artículos imaginables en cuero:
obras de arte para ser calzadas
o atuendos
o tan sólo para admirar
las letras entran a descansar a La central camionera
mientras tú te cubres
dando paso a un primer rayo solar
que llegó
que llega
que seguirá llegando
como tanta gente
en autobuses coches aviones…
al gran día de León:
veinte de enero de todos los años.
Autor: José Ramón Monsiváis Arismendi.