Aquella niña de rubias trenzas
de ojos azules igual que el cielo
que siempre me tiraba piedras
y salía corriendo junto a su abuelo
Era mi vecinita que yo adoraba
a veces me sonreía y yo suspiraba
mi amor callado como una tumba
más al verla pasar yo me alegraba
Donde estará aquella niña bonita
de ojos azules igual que el cielo
por la que soñaba siendo chiquita
que siempre salía junto a su abuelo