Lluvia, tus besos fríos como la lluvia
Que gota a gota fueron enfriando…
Mi ardiente deseo por tu cuerpo
Ese extrasensorial que me levanta cualquier animo
Perdido entre sabanas y carpetas de oficina.
Lluvia gélida que encuentra su hogar en mi cama
Cama-nido donde te recostabas envenenada
De caricias y amores de moteles de paso
Lluvia que guarda tu sabor de piel blanca y húmeda,
De libertad, sabor a miedo altivo y a silencio.
Esta lluvia que hace llorar cristales amargados,
Agua que se escurre en las páginas de tu cuerpo
La misma que lubrica el trance entre morir
Y besarte,
Te hizo bañarte descalza bajo su llanto
Y en la noche obscura y húmeda
Te descubrí enteramente radiante.
Humedéceme con la llovizna de tus ojos
Ahógame en el diluvio de tu sexo,
Y déjame ser relámpago que te parta en dos
O en tres.