El espectro de la noche ha estado siguiéndome,
me pregunta tu paradero...
He confesado que sólo la luna te podrá hallar esta vez.
Provoqué el peor dolor de tu vida.
La cual ya no persiste,
pero yo sé que tu alma sigue presente.
Juro amarte hasta que mi mente ya no esté cuerda,
te amaré incluso en las más oscuras tinieblas.
Por eso te pido que en todo el resplandor posible,
me dejes de perseguir en mis sueños.
Ya he contado las nueves piedras,
la vida es tan agonizante desde entonces...
Sé que debería pegarme un tiro en la cabeza,
pero no puedo llevarle la contrario a todo el amor que me diste,
a todo el dolor que he originado...