Grítele al mundo que no me conoce!
niegue el amor confesado,
que la vergüenza tiñe mi cuerpo de azul.
Miéntales, dígales que me enloquecí,
qué sus palabras jamás existieron,
qué nuestras bocas secretos no conocieron,
que sus ojos no me encontraron.
Dígales que callen, que no me señalen,
que no lo conozco,
que no sé qué es el amor,
qué mi cuerpo es mio, mi alma de usted.
Qué se cierra la noche, que yo ya no veo,
cuando le habla de amor a cualquier flor...