Necesito la ayuda de un poeta.
Que me saque de la monotonía, y me enseñe que no todo está perdido.
Que escriba un verso, que destruya mundos, que renazca entre las tinieblas, y encuentre el camino a casa.
Necesito la ayuda de un poeta, para que no me mate la soledad y la agonía
y que en lugar de eso entierre una daga en la palma de mi mano.
Que me haga sentir que estoy vivo, y que dentro de poco solo llamo al respiro.
Necesito la ayuda de un poeta.
Un poeta que disfrute el hecho de que hoy no será mañana sino hasta las doce, y esperar a que pasen la una, las dos, las tres de la madrugada.
Que fulmine todo aquello que espanta mi ser.
Necesito la ayuda de un poeta, que me rescate del fondo del mar, y me queme con el frio de la noche.
Suspirar los latidos del viento, y aumentar la distancia entre los muertos.
Necesito la ayuda de un poeta.
Para que no desee sin mas el placer del exterminio, y me complazca la condena, la condena de tu ausencia.
Por eso te necesito.
Porque ya no existen poetas.