Benditas manos tiene un campesino
que acarician virtudes en la tierra,
con la frente en el llano matutino
y los sueños sencillos y sin guerra.
Su tacto es melodía en oro y lino
pues rebuscan los besos de la sierra.
Tiene su voz la terquedad del trino
del que sabe: la tierra nunca yerra.
La vida va encallando en la ciudad,
y sus hijos lejanos, nadan mares,
donde el concreto ostenta su beldad.
Bebe un ocaso mientras ladra un perro,
y los luceros, bailan malabares,
en sus duras raíces sin destierro.
(Fin de la primera polaridad)
Pd: si por casualidad caen en mis letras, sean tan amables de escuchar la declamación del poema en el link de youtube.