Margarita García Alonso

Apuntes meteorológicos  de la herborista.

Cielo

Llueve sobre la playa de Deauville,

de la arena al casino una nube

se consuela con sombrillas

que han decidido seguir cerradas

como si fuesen pájaros alicaídos

se posan en el cuerpo que sombrea.

 

Aire

Me han decepcionado  

los Hombres,

podré sembrar, 

recortar la pelusa

esperar el fruto,

al ave que emigra

donde crece el verde,

la plantación infinita de eucaliptos.

 

Sol

Un rasguño en el acantilado

y aquel cuerpo germina.

 

Cultivos secos

Traza la ola su pirueta graciosa

desdibuja a la gaviota

que come en mi mano

palabras no dichas,

escritas en papeluchos de puerto

donde me han prohibido entrada.

 

Tiene el diente de perro

el rojo

tinto de la sangre que beben

cuando me arrancan la piel,

y me bautizan loca.

 

Siembra milagrosa

Leche de florecillas

de bordura de mar,

en el gusto de su boca

que ensaliva mi lengua

mi lengua provocando la savia

de cien árboles airados.

  

Planta

La semilla encuentra el cause

en la barahúnda de la entrepierna.

  

Mala yerba

El hacha reposa 

junto a la tijera,

poda cuerpo, 

tala hoja

sobre el verde antiguo de La Mancha. 

Ángel mío,  soy un trapo de piel

que en nada se parece a la creencia,

 el zurcido mal echo,

no tengo fuerza

para remendar.

Las cosas leves caen pesadas en el alma:

te nombro y voy a morir esta noche.

 

Del Cuaderno de la herborista,

Editions Hoy no he visto el Paraíso, 2010

gráfica: El mal del Mal, Margarita García Alonso

en http://visualeslamarga.blogspot.fr/