Una tarde cualquiera
agobiantes
inhóspitos paisajes
huyen a escondidas del ocaso
La voracidad arranca la piel
pincela infernales caminos
de testimonial llanto negro
Envejecidas existencias
ocultan siluetas maltratadas
la inclemencia
como latigazos castiga el hecho
Fantasmales chatarras
rodantes alojan la carga:
huesos manos ojos sudores llantos
polvaredas
resignados pesares
Penitentes nostalgias
intentan rebeldías
agotan el jornal
Circular el tiempo
deja abierta otra herida de muerte
agoniza la tierra
el vientre del universo resiste
tembloroso se rebela
hablan las manos