Fue el golpe casuístico protagonista en una lágrima fundada, fue la culpa vitalicia de un estruendo inesperado, fue ese instante que insensato descargó la ira de un descuido.
¡No fue la suerte quien la trajo!
Fue el cariño de una madre cargando el peso del sabor amargo, fue tu vida la ruleta donde todos apostaron, fue la noche, el día a día de un amor que te acompañaba, fue la desesperanza, fue lo incierto.
¡Es la lejanía de un abrazo!
Es la historia que viviste, la que vivimos todos los que te aman, fue y es tristeza, dolor, culpa, fue un momento que amargo llegó para arrancarle un pétalo a tu alma y mostrarte que aún hay muchas personas que te quieren, te necesitan y te extrañan.
¡Es el apoyo que siempre tendrás!
Es la desgracia infinita que merece ahogarse en el pasado, es el recuerdo de una vida la que debe permanecer intacta en tu presente, es el empuje de una familia, es la idea de que siempre serás batalla y la victoria estará contigo.
¡Es la fuerza de tus esperanzas!
Eric Rancol González