En la embriaguez de mi ignorancia
se ahoga el llanto de la duda
que le da sentido a tu existencia.
Miro la luz, miro tu sépalo,
flor púdica, mimosa frágil,
quiero encontrar tu bello pétalo.
He aquí el Titán, tu fiel amante,
que entre preguntas sin respuestas
en las tinieblas es danzante.
Tómame; muéstrame desnudo
tu arcaico hogar y sus misterios
hasta quedarme sin aliento, mudo.