La vejez no llega sola…
el paso de los años van dejando
las huellas indelebles de la edad,
que se talla en nuestros rostros cada día
y exhibimos con orgullo al caminar.
La máquina del tiempo no da vuelta
y tenemos que dejarla continuar,
los cabellos plateados son vestigios
de esa época hermosa que vivimos
y hoy nos place con fortuna recordar.
Por mas dinero que se tenga en este mundo
no consigues devolver la juventud…
y en la mágica fuente que te ofrecen
solo quieren tu fortuna escatimar,
seguirán apareciendo aquellas marcas
que no puedes a los ojos ocultar.
Son los años en que llega la nostalgia
como un libro que leemos hacia atrás.
recreamos los capítulos que hacen
las sonrisas esbozar…
o una lagrima furtiva que se escapa
y dejamos en silencio deslizar.
Tenemos que vivirla con mesura
Disfrutarla en el seno del hogar,
Rodeados del cariño de los hijos
sin pensar el momento que vendrá,
Pues sabemos que el tiempo se ha cumplido
Y este mundo tendremos que dejar.