Marhiel me ama
a partir del filo de sus ansias
y cuando sus sueños, al alba,
lo hieren
en sus afanes de mujer.
Mujer trémula que vibra
entre mis brazos.
Mujer cándida
que sueña entre mis sueños.
Porque se torna dulce
cuando encarga un saludo para mí,
las flores ríen.
Y sufren igual sus manos y sus ojos
cuando, tierna, pide a voces lentas:
\"Compórtate mejor\".
Ella, porque me sabe triste,
volviendo de mi muerte
entibia su piel entre mis brazos
y me deja besar
sus
labios
de
retama
de
campo.