Como un bombardeo sin alarma,
llegó la muerte y rompió la familia,
quien nunca ayudó gritó, ma teneís envidia,
así de mal repartida es la fama.
La muerte cuando duele une,
la batalla está en la vida,
la lucha está servida,
y el amor a los buenos reúne.
En pocos días llamó a la puerta,
y se llevó quien solo quería vivir,
aspiraba a tener cerca sus hijos.
Viva solo en el recuerdo, ya está muerta,
quiso descansar cuando se tuvo que ir,
nunca a nada ni a nadie maldijo.