Si los gatos no deambulan maullando amor,
y los perros no se encuentran con los huesos,
¡que dolor!
Si la luna no se acuna en tu mirada
y la noche es un espanto
como un llanto de terror:
¿Cual sería la razón de mi poesía
si en tu alma
o en las mía no existiera ni el perdón?
¿Cual sería el beneficio valedero
de una rosa,
de un te quiero,
o de un mundo sin color?
Si los pájaros vencidos
regresaran a sus nidos con temor.
Y si el día amaneciera
con un sol que envejeciera de fulgor.
Si la brisa de mis manos no acarician
tus cabellos
y los árboles secarán con un eco de explosión.
¿Cual sería la razón de mi poesía
si en tu mirada o en la mía
no viviera la pasión?
¿Cual sería esa excusa que primara
nos dejara abierta el alma
y una llama al corazón?
No valdría ni un centavo
esta vida siendo esclavo
de ese gris desolador.