Luis de Pablos

Tan absurdo

No sabía que las calles sin ti
se hicieran tan largas.
Las horas tan vacías.
Tan absurdos los zapatos
aquellos que juntos compramos.

No comprendo 
que no existan senderos,
cuando antes sobraban
y no entiendo muchos
cómos y porqués
que antes entendía.
Creí que entendía.

Ahora ya sé
lo que es el silencio:
El cuarto vacío
donde mueren 
las horas perdidas.

No sabía que el dolor
puede ser como una ola
que lo inundase todo.

Ahora comprendo
que la nada es un todo,
en el que el amor no existe
y que ella - la nada- me espera
allí, donde empieza
esta calle tan larga,
en la que nada me aguarda.