Una sonrisa es maravillosa armonía;
gesto inicial de una cara
entre impulsos sin palabras
que acaricia el fondo amoroso del alma.
Hasta su aire entibia las miradas
cuando las levedades se hacen llamas
en el río de emociones que se agreden
para transformarse en flor tímidamente perfumada.
Un connubio de sensaciones nuevas
afloran con tu luz de madrugada
en los cuerpos liberados
por la playa azul de tus mañanas.
Es tan cálido el aire, cuando mueves tus alas
que el vuelo se hace eterno en el eco de los cielos.
No sé si en el agua o en las nubes abres la dulzura
con toda claridad para estrecharla y amarla.
Te he buscado en las huellas ya vividas
donde has dejado tus lirios en calma
que florecieron al evocarte con ávida nostalgia
porque eres el universo contestándole a mi alma.