Se fue el ayer,
coqueteando un mañana
no dijo nada,
apagó su mirada sin retroceder,
era tarde,
era ayer.
Su fuego se extinguió,
se asomo a la noche más oscura de todas,
ni una estrella,
ninguna lágrima,
se fue con arpías y estampas,
bajo un manto de agua.
Se fue el ayer,
taciturno,
sombreado de mudas palabras,
se fue
y no dijo nada.