Te elevaste como aroma
desprendido de la cápsula
serena doncella de vuelo placentero
que se pierde al cesar la lluvia
quedando el viento enloquecido
y mi mirada, absorta en tu recuerdo
En las horas que tercas
nunca retroceden
transcurre fijo el pensamiento
donde te secuestro
entre velos nocturnos de plenilunio
al que se encadena mi insomnio
Al no verte ni sentirte
llamo al barquero de Hades
y no llega, se resiste
alguien más que no me oye
en este eterno empeño
de querer solo que me quieran…
Copyright © Rodolfo Dondero Rodo
07.11.17